nuestra historia

Desde su origen, el vino cohabita con el misterio y la realidad. Más allá de sus atributos tangibles el vino es culturalmente asociado a un simbolismo místico y religioso que hace que esté estrechamente relacionado con el poder, la fuerza, el amor y la inmortalidad. Son incontables las leyendas que narran el origen del vino y lo ponen en contacto con la espiritualidad y la trascendencia del ser, representando el enigma y los prodigios a través del tiempo. Todo esto me lleva a pensar que cada momento en la existencia hemos brindado, desesperadamente tristes o colmados de felicidad con una copa de vino.

El vino llegó a mi vida hace más de 15 años, una época en que el buen vino era una bebida más accesible en todo sentido. Vendíamos vinos por suscripción a domicilio ofreciendo un portafolio exclusivo de orígenes como Argentina, Chile y España. Acompañamos esa oferta con catas, cursos, degustaciones, ferias y eventos que enriquecían día a día el conocimiento entorno a este fascinante mundo. Esa experiencia me reveló el encantamiento que contenía una botella al abrirla, encontrando mundos fascinantes de sabores y aromas que nos llevaron a contar historias de vida y a despertar insaciables deseos de aprender más sobre esta milenaria bebida: su historia, tipos de uvas, orígenes, métodos de elaboración, maridaje, y lo más importante a las personas que con entusiasmo y respeto depositan su confianza en esta gran familia de experiencias y sueños.